1- Contacta con un buen agente inmobiliario para que te ayude a valorarlo y ponerle un precio de mercado, para poder venderlo en el menor tiempo al mayor precio posible.
2- La visita siempre que sea posible solo con tu agente inmobiliario para que el posible comprador se sienta cómodo y pueda expresarse libremente.
3- Si vives en el piso que quieres vender, quédate sólo con lo mínimo e imprescindible. El piso tiene que quedar ordenado en todo momento pues, si no, el comprador puede entender que no hay suficiente espacio de almacenaje o que no es una vivienda cómoda.
4- Cuanto más despersonalices el ambiente mejor. Así que guarda las fotos, los cuadros y los pósters, especialmente los que hagan alusión a ideologías políticas y/o religiosas.
5- Ventila y compra ambientadores, especialmente si eres fumador o tienes animales.
6- Revisa todas las bombillas para que haya una buena iluminación en todas las estancias de la casa.
7- Sopesa, también, la posibilidad de llevar a cabo pequeñas reparaciones o retoques estéticos.